
Escuchamos por primera vez los nombres “Alline y Mika” cuando estábamos llegando a Chillán. Juan, nuestro kombi-amigo de Antofagasta los había recibido en su casa.
Escuchamos por primera vez los nombres “Alline y Mika” cuando estábamos llegando a Chillán. Juan, nuestro kombi-amigo de Antofagasta los había recibido en su casa.
“Me sentí como una “Carmela” más, pero esa sensación duró hasta llegar a uno de los puentes que cruza el Río Bio Bio y ahí volvió la tranquilidad”.